Los números de los Redskins hablan poco sobre lo que esta franquicia significa para su afición, el ubicarse en el tercer puesto en la lista de Forbes de los equipos más valiosos de la NFL solo por debajo de los Vaqueros de Dallas y los Patriotas de Nueva Inglaterra no dice tanto de los de Washington; tampoco el haber ganado 2 campeonatos de la NFL, o coronarse en 3 de 5 Super Bowls en los que participaron o el tener en su haber 22 apariciones en playoffs, créanme que estos números no dicen nada sobre la fidelidad que sus aficionados le tienen.
Este domingo pasado ante los Vikingos de Minnesotta,
los Redskins terminaron con esa ausencia de victorias en el FedEx Field; solo
391 días tardaron en ganar en su casa, ocho partidos consecutivos sin triunfos
que celebrar con su gente, la última vez que su fans tuvieron la oportunidad de
sentir la emoción de hacer valer su localia fue en la semana 2 de la Temporada
2011-2012 ante los Cardenales de Arizona.
Pero aún así, los Redskins tienen 9 años siendo la
franquicia que mayor asistencia tiene en su estadio; su gente a pesar de las
malas rachas que ha enfrentado su equipo, las desilusiones que le generaron en
este tiempo sigue al pie del cañón llenando el estadio cada vez que su equipo
se presenta en casa.
Paradójicamente a esto se le podrían ver varias
vertientes, como un buen proyecto comercial con el cuál tienen aseguradas las
entradas al FedEx Field, un buen trabajo de mercadotecnia en el cuál el
aficionado se siente parte de o sinceramente el hecho de que el fan sabe que su
labor es estar siempre ahí ya sea en los buenos momentos, como en los no tan
buenos; en realidad esto fue lo que hicieron a pesar de la tristeza y frustración
jamás dejaron de alentar a su equipo como a su vez presionar al rival aunque
este fuera quien se llevará la victoria.
Por lo pronto los “Skins” le regresaron la confianza a
sus aficionados con este triunfo, los números y las estadísticas se quedaron a un lado en el momento en que los 78,476 asistentes al estadio vieron
a Robert Griffin III llevar el balón hasta la zona de anotación y consagrar la
victoria merecida para todos esos fans.
Como todos los deportes, esta racha que
ahora empieza puede ser temporal, su siguiente rival son los Giants de Eli
Manning y los Acereros de Pittsburgh lejos de casa, regresaran a Washington (por así decir porque el estadio está en Landover) para enfrentar a las Panteras de Carolina dónde deberán probar que esa estadística de determinados partidos sin ganar con su gente solo fue cosa del pasado; por lo pronto el equipo le devolvió al FedEx Field el sonido
de celebración que 13 meses atrás había quedado en mute; esto de mano de la paciencia y de saber que las cosas no cambian de la noche a la mañana.


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