Estamos a pocos días de una edición más de los Juegos
Olímpicos, su sede como ya lo saben es Rio de Janeiro, y tal como sucedió previo a la
Copa del Mundo de la FIFA Brasil 2014, los preparativos no han sido fáciles
para el Comité Organizador.
La crisis económica, política y social que vive Brasil hace
crecer la incertidumbre respecto al mayor evento deportivo a nivel mundial, los
primeros Juegos a celebrarse en Sudamérica no solamente se han visto amenazados
por estas razones, sino también por la inseguridad, la crisis económica que
enfrenta Rio, así como la presencia de un incómodo invitado, el Zika.
Con respecto al 2015 el índice de homicidios ha aumentado
este año, estos hechos lógicamente no se han presentado en zonas cercanas a la
estructura que albergara el evento olímpico, sino en los barrios más pobres de
esta ciudad, la misma policía ha dicho que Rio de Janeiro no es una ciudad
segura y así lo manifestaron el pasado mes Junio al presentarse en el
aeropuerto Antonio Carlos Jobim con un cartel que decía: “Bienvenidos al
infierno”.
¿Recuerdan las manifestaciones previas a Brasil 2014? Pues
esta ocasión, no ha sido la excepción algunos sectores productivos de Brasil se
preparan con diversas marchas y protestas sociales, ya que la población
brasileña considera que el dinero invertido en este evento pudo haber sido
utilizado en otros rubros como la educación y la salud, la verdad es que para
ellos “el horno no estaba para bollos”, y a pesar de que se esperaba que la
realización de unos Juegos Olímpicos podría salvar la economía de Brasil,
parece ser que este únicamente le agregado una mayor cantidad de problemas,
entre los cuáles podemos destacar, la caída del real y que el desempleo ha
alcanzado su nivel más alto en los últimos años.
Aunado a los problemas económicos hay que sumarle los
políticos, recordemos que hace un par de meses Dilma Rouseff, fue destituida
como presidenta, el senado brasileño inició asimismo un juicio político en su
contra acusándole de impichment, por lo que se le investiga por haber violado
las leyes fiscales de Brasil, para así poder maquillar el déficit presupuestal.
¡Que lío! ¿No? Por si eso fuera poco, el atraso en las obras puso a temblar
al Comité Olímpico Internacional, que a pesar de que en constantes comunicados
buscó establecer la calma y esconder su preocupación dándole una y otra vez su
voto de confianza al comité organizador para poder concluir estas en tiempo y
forma, y tal parece que lo han logrado, en una prueba contra reloj, será a
pocos días de la inauguración de los trigésimo primer Juegos Olímpicos que se
declaren listos, el costo se elevó 21 veces más de lo previsto, unos 2650
millones de dólares aproximadamente.
Cuando parecía que no habría un problema más que atacar,
apareció el Zika, a pesar de que la OMS alabó el esfuerzo de las autoridades
brasileñas para combatir esta enfermedad, su presencia en el territorio
brasileño ha sido factor para que algunos atletas hayan optado por no asistir a
la justa olímpica.
En fin, los Juegos de Rio, se inaugurarán este próximo 5 de
Agosto, los reflectores estarán sobre Brasil y esta nación sudamericana no
podría estar pasando por un peor momento como el actual, ya que tiene mucho por
enfrentar: el zika, el juicio a Rouseff, la delincuencia, las obras sin
terminar, las violaciones y la inflación; problemas que no presentaba hace seis
años cuando Rio de Janeiro ganó la candidatura olímpica, se esperaba mucho para
estos Juegos Olímpicos, se aguardaba brillo, esplendor, carnaval y samba, lo
cual será difícil de observar.